No hace muchos meses,el periodista Horacio Verbitsky, "alma mater" actual del periódico "Página 12", comentó en un reportaje periodístico que para él el programa televisivo "6,7,8", que se transmite por el canal estatal "no es un programa periodístico. Es un espectáculo, es un show informativo sobre temas políticos. Lo que hacen no es periodismo, es propaganda política" (sic),y agregó que "es un intento de equilibrar un poco la balanza, es un espejo de lo que hay del otro lado, Clarín" (sic)... y uno se pregunta insistentemente,¿no es políticamente incorrecto utilizar el canal estatal público, que es de todos, como si fuese un canal gubernamental , o sea sólo del partido gobernante, para contraponerlo a varios medios periodísticos privados, pues no todos "son Clarín"?...¿no sería lo correcto emplear otro medio no oficial para "equilibrar la balanza", sin recurrir al canal del Estado, que debe estar al margen de disputas partidarias, incluyendo también al partido en el poder?...si en la prensa escrita se han creado medios informativos estrictamente oficialistas, ¿por qué en la televisión se recurre al canal estatal?
Nadie puede opinar que Verbitsky, totalmente identificado con una de las corrientes en pugna en el actual gobierno nacional, pertenezca al plantel de periodistas "opositores" a los cuales en el citado programa se fustiga permanentemente, incluyendo siempre burlas pretendidamente irónicas, y no pocas veces escarnios implacables.
El productor del programa, que un par de años atrás calificó de "bufón" del gobierno a un colega suyo, ahora ha armado una juglaresca "troupe" medioeval, con varios trovadorescos y trovadorescas integrantes que recitan trovas hábilmente tramadas y, como las de las cortes del medioevo, con distorsionados y míticos argumentos, que suelen ser festejados por ellos mismos con risas sonoras y explosivos aplausos...la asimilación a aquellos ambientes palaciegos cortesanos llega a un punto tal que, recurriendo a la antes mencionada calificación del productor a un colega, también le ha asignado a un integrante del programa un bufonesco rol, y sólo habla esporádicamente para decir algo ocurrente, que es recibido con grandes carcajadas por el resto del "staff", tal cual sucedía en las cortes del medioevo y de sus postrimerías en el siglo XVII, cuando aún perduraban algunos personajes "divertidos" en la ya decadente corte de la España de los Austrias, tan crudamente retratados por Velázquez. El programa, pues, se transforma en una especie de Mester de Juglaría, tan "popular" como lo eran las historias fabuladas por los trovadores en la Edad Media.
Y uno insiste en comentar que mientras que en los canales televisivos independientes (condición negada por el oficialismo, que no los considera como tales) se pueden ver y oir a las diferentes voces del mundo político nacional, tanto las opositoras como las oficialistas, en el canal estatal se ven y se oyen sólo las del oficialismo "oficial", entremezcladas con las cuales abundan las de ignotos periodistas, sociólogos, y pensadores varios de escasa relevancia, junto a algunas de intelectuales de real valía que adhieren al actual "modelo" pero, se repite, nunca aquellas que no lo hacen...como bien dijo Verbitsky, "no es un programa periodístico (.....) lo que hacen no es periodismo,es propaganda política", y si como dijo Tertuliano una crítica injusta equivale a un elogio encubierto, ¡cuántos elogios inconfesados a los opositores expresa casi diariamente el "sexteto menor" del "staff" del programa a través de sus ofensivos comentarios!
