sábado, 8 de octubre de 2011

Snobs

Nuestro actual ministro de economía y candidato a vicepresidente de la Nación, al hablar el miércoles 28 del mes pasado ante el Congreso Nacional opinó que algunos de los legisladores de la oposición que objetaban las decisiones del Ejecutivo lo hacían con el propósito de participar en un "juego intelectual", y en un "concurso de vanidades para ver quién sale más por televisión"... seguramente en no pocos casos lo expresado por el señor ministro es real, pero no sólo para algunos legisladores opositores, sino también para otros tantos oficialistas.
Y uno recuerda que, además de su famosa novela "Feria de vanidades", William Thackeray escribió también "El libro de los snobs"... y uno piensa, ¿no es vanidoso esnobismo exhibirse en motocicletas Harley Davidson, Kawasaki, u otras marcas de alta cilindrada?... ¿no lo es conducir autos BMW, Mercedes, Audi, u otros también "chetos"?... ¿no lo es lucir costosas carteras Louis Vouitton o Hermès?... ¿no lo es usar sólo una vez en público cada prenda de vestir?...¿no lo es comer asiduamente en selectos "boliches" de Palermo Soho o Palermo Hollywood, o en lujosos restoranes de puerto Madero?... ¿no lo es vivir en este último sitio, o por lo menos tener oficinas o despachos en él?
Si el menemismo se caracterizó por una "cholula" cursilería, algunos de cuyos referentes fueron la pizza con champán, la visita al Presidente de cuanto ídolo mediático llegara al país, la famoso foto de una funcionaria (captada de la UCeDé, el mismo semillero político originario de donde proviene el señor ministro de Economía) vestida con sólo un tapado de piel sobre su propia piel, en la actual gestión abundan los "parvenus" (forma elegante que en francés equivale a "venidos a más") que rápida e inexplicablemente se enriquecieron, y ahora compran lujosos yates, costosos aviones, ropa "de marca", relojes Patek Philippe o Corum, corbatas Christian Dior o Ralph Laurent, y cuanto elemento pueda sindicarlos como los "happy few" del momento... ¿no es todo esto una mezcla de vanidad y esnobismo thackeraianos, de esa vanidad que el señor ministro le achaca a algunos opositores, por el mero hecho de discrepar con el oficialismo?
Uno cree que no son pocos los recientemente venidos a más que tratan de exhibir con arrogancia aquello a lo cual, por su vertiginoso ascenso económico, recién ahora pueden acceder, y procuran que todos los demás lo noten...volviendo a Thackeray, son varios los que muestran esa mezcla de vanidad y esnobismo, que poco le sirva al país, pero sí mucho a ellos, "para ver quién sale más (y mejor) por televisión", y lo peor, sin ofrecer ningún "juego intelectual" sólido, sino tan sólo juegos oratorios ditirámbicos y triviales, "con mucha cáscara y poca pulpa", como decía un peón de campo al referirse a la palabrería sin contenido.
Pablo Miquet

1 comentario:

  1. Hola Pablo Te he encontrado de casualidad en el blog de CEO. Tremendo tu escrito
    Mi admiración por Vos
    Un abrazo desde Miami

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