Días atrás, durante el festejo del décimo aniversario del Museo de Arte
Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA - Fundación Constantini) el secretario
de Cultura de la Nación dijo que "creemos que los pueblos son tan exitosos
como su cultura. Creemos en la convivencia de las iniciativas públicas y
privadas. Lo privado debe ser valorado, pero reconocemos el espacio que ocupa
lo público donde lo privado no está".
Y uno piensa que en el espacio cultural cuánto más es el lugar que ocupa
lo privado, allí donde lo público no está... evidentemente, ocupa mucho más, aunque
gran parte de ello se realiza en forma callada, y no pocas veces sacrificada, sin
realizar grandes alharacas publicitarias ni recurrir a exhibicionismos
oficiales.
Durante el mismo acto, el ministro de Cultura de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires coincidió con el secretario en que "el éxito se construye con
la integración entre lo público y lo privado, cuando nos reconocemos como un
equipo donde hay liderazgos que poseen una visión", pero agregó " eludiendo
los protagonismos políticos".
Para completar el enfoque, la multifacética Marta Minujín expresó, sobre
el MALBA, que "su éxito es la permanencia, es buenísimo que sea privado
porque se realizan más inversiones que en los museos públicos"... y realmente
el MALBA, nacido con el aporte económico y cultural de un exitoso empresario
argentino, ha llegado a ser un referente mundial del arte latinoamericano, y
también un exponente del alto nivel cultural argentino dentro de las artes
plásticas.
Siguiendo con temas culturales, el oficialismo ha creado el programa
Conectar Igualdad, para que docentes y alumnos de las escuelas públicas reciban
en forma inmediata y directa la información difundida por la agencia oficial Télam,
para lo cual se ha planificado la distribución en todo el país de 3.000.000 de
notebooks a alumnos y docentes de educación secundaria de escuelas públicas, de
educación especial ,y de institutos de formación docente...la medida no deja de
ser elogiable, a menos que se politice la información brindada, como ya ha
sucedido antes tantas veces, incluso en nuestro país.
Sin embargo, el filósofo y epistemólogo Mario Bunge, intelectual
argentino de 92 años radicado en Canadá, y mundialmente conocido (sólo su
tratado de Filosofía abarca 8 volúmenes) que dedicó su vida a la docencia y a
la investigación científica y filosófica, asegura que existe "la creencia
generalizada de que basta dar una computadora a un chico para que sea una
persona civilizada. Y no es así, eso no basta, y ni siquiera es necesario (...)
No se puede mejorar la educación si no se procura llenar la barriga de los
estudiantes, mejorar su estado de salud, y si no se enseña a enseñar"
También expresó que "el problema de la educación es sistémico, y
por eso requiere una solución sistémica. Hay que reformar la política, la
economía y la educación al mismo tiempo", e igualmente dijo que "en
política no hay sistemas legales puros (...) un Estado puede tener legitimidad
jurídica y carecer de legalidad política (...) Cualquier forma de conducta
humana puede legalizarse, pero lo que no basta es la ley jurídica, ni siquiera
la legitimidad política, sino que también es necesaria la legitimidad
moral"
Legitimidad moral... a quienes les quepa el sayo, oficialistas u
opositores, que se lo coloquen...un personaje de Shakespeare dice que la
política está por encima de la conciencia...y uno podría agregar que nunca debe
estarlo, sin embargo, por debajo de la moral.
Pablo Miquet
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