viernes, 29 de julio de 2011

Vae victis!

 Como a la gran mayoría de quienes están ligados de una u otra manera con el accionar del hombre de campo, la actuación del Gobierno nacional con respecto al productor rural (fuese éste grande, mediano o pequeño) durante el conflicto creado por la resolución 125, me produjo una compleja sensación en la cual intervenían lo ofensivo, lo humillante, lo injusto, lo fraudulentamente adulterado, lo alevosamente hipócrita...
Como cabeza visible y operativamente eficaz de ese proceder oficial actuó el jefe de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados de la Nación, reciente candidato en la pugna por la gobernación de nuestra provincia... el sentido común indicaba que las heridas aún no cicatrizadas en el ánimo del hombre rural no lo harían optar por apoyar a quien lideró en la cámara baja tantos agravios y tantas descalificaciones como las que debió soportar el hombre de campo, pero el oficialismo central, ya sea por candorosa ingenuidad o por altanera arrogancia, eligió para la preselección previa a la votación justamente al postulante menos indicado para atraer el voto rural...y así fue el resultado final, donde su candidato quedó detrás no sólo del candidato del gobierno provincial sino incluso de un "recienvenido" (tomando el neologismo creado décadas atrás por Macedonio Fernández) en el ámbito político.
Sin entrar a tratar de analizar los pormenores de esta elección, tema que corresponde a los analistas políticos, lo que a uno lo conmovió, y eso a pesar de no sentir mayor devoción por la figura del perdidoso diputado, fue la desolación en la cual lo dejó el Gobierno central desde sus más diversos estamentos: verlo a él solo, demudado, desconsolado, abatido, incriminándose prácticamente como el único responsable de la derrota sufrida, exculpando totalmente al Gobierno nacional del fracaso...todo esto, daba una cierta penosa sensación de desvalimiento.
Realmente, a uno le parecía estar viendo una de esas obras teatrales en las cuales al protagonista lo van dejando en soledad el resto de los personajes, y él solo se debe "bancar" en el escenario el fatal desenlace de la tragedia representada.
Y uno piensa que esta situación, ya vista últimamente en otras ocasiones similares, de abandonar al derrotado en un evidente desamparo, de desvincularse insolidariamente del compañero caído, muestra una mezquindad interior intensa, para la cual lo que no sirve se descarta, y lo que puede involucrar negativamente se "bota", esta vez con "b" larga.
Es así que el Gobierno nacional minimiza la debacle provincial de su partido, y a la vez intenta minimizar los exitosos resultados tanto del ganador como del "recienvenido"... como muestras de la desubicación fáctica del Gobierno central, el secretario de Comunicación Pública de la Nación llegó a fantasear que "el único voto castigo en Santa Fe fue al oficialismo de Binner - Bonfatti"(sic),y al fidelísimo candidato del Frente Santa Fe para Todos el ultrafidelísimo Jefe de Gabinete lo acusó de haber tenido una propuesta que "no enamoró a los santafesinos" (sic)...tomando con cierto humor la opinión del funcionario, tal vez él hubiese deseado que el postulante derrotado durante su campaña hubiese cantado boleros y repartido besos a mansalva..
En resumen, una vez más el oficialismo gubernamental no sólo se despega de quien no le resulta funcional sino que también le pega, metafóricamente, con críticas negativas y con "ninguneos" personales... otra prueba de este proceder es el menoscabo al cual está sometido ahora, en una "biografía autorizada" de nuestra Presidente escrita por una periodista hipermilitante, un ex Jefe de Gabinete, al cual el actual Jefe de Gabinete, sucesor suyo y copartícipe suyo en el apellido, acusó expresamente de mentiroso y de farsante, e implícitamente de traidor, de intrigante, de manipulador...otra demostración más del accionar político gubernamental: apañar al partidario triunfante, y "ningunear", abatir, incluso despedazar, a aquel partidario que fracasó, o que se rebeló.
Como le dijo un jefe galo a los romanos a los que había derrotado, "Vae victis!", lo que se puede traducir como "¡Ay de los vencidos!".
Pablo Miquet

lunes, 18 de julio de 2011

Misteriosa Buenos Aires

No es infrecuente que circunstancias ajenas entre sí se enhebren aleatoriamente conformando una hilación tan fortuita como sorprendente...uno suele recordar, tal vez excesivamente, aquella frase del punzante Oscar Wilde que dice que la naturaleza imita al arte, lo que podría ampliarse diciendo que la realidad imita a la ficción.

Una velada alusión del cantautor Fito Páez en su ditirambo periodístico contra la mitad del electorado porteño que votó por el candidato opositor que logró superar al presidencial, refiriéndose a la "no tan misteriosa Buenos Aires", nos remitió al libro "Misteriosa Buenos aires", de Manuel Mujica Lainez, y dentro de él a un par de cuentos de dicha obra, pues uno los relacionó a ambos con determinadas situaciones que el país está viviendo ahora, y que reflejan con mayor o menor nitidez momentos actualmente vigentes entre nosotros.

En el último de los relatos del libro, el personaje principal es una orgullosa anciana, ya inválida, que vive totalmente recluida en el espectacular "salón dorado" (tal el nombre del cuento) de su también espectacular mansión, desde donde ella sigue creyendo en su tradicional grandeza económica, ignorando que quienes se ocupan de cuidarla a ella no le están diciendo la "real" realidad, sino sólo un "relato" : si bien el salón dorado mantiene todas las pompas pasadas, el resto del palacete no es ya más que una ruina, es nada más que una ruinosa sombra de lo que antes fue...hay pues un emisor engañador, un destinatario engañado, una decadencia encubierta, un esplendor ya falso.

En otro de los relatos, "El ilustre amor", la protagonista, mujer soltera ya madura, exhibe públicamente una gran congoja por algo por lo que nunca ha sentido verdadero interés, ni antes ni en esos momentos, haciéndolo con el único objeto de que la vean apesadumbrarse por eso que anteriormente desconoció, por algo que jamás le preocupó antes...hay pues un mensaje engañoso, un receptor engañado, una prescindencia previa, un desvelo tardío e interesado.

En ambos relatos se deslizan patrañas enmascaradoras: en un caso el embuste, la mendacidad, como recurso para negar la verdad ; en el otro la simulación, el fingimiento, para crear una ficcional realidad sólo aparente...en ambos casos, un falseado artificio para urdir una ficticia irrealidad, escondida debajo de una mendaz verosimilitud...dos "realidades falsas" a las que se presenta como "realidades verdaderas", que en un caso se dice que lo son, y en el otro que lo han sido, alterando en los dos la verdad "verdadera".

Como en tantas otras ocasiones, Wilde acierta: la realidad imita a la ficción que el artista creó, y ésta llega a hacerse más verdadera que la fabulación sobre la cual se asienta, más verídica que la propia mentira que subyace.

Volviendo a Páez, a este Fito de hoy, el de la palabra intolerante y del insulto agresivo, uno prefiere aquel otro Fito, el que dice "no entiendo a veces por qué estamos / sin jamás poder establecer contactos", y que exclama que "como un documento inalterable / yo vengo a ofrecer mi corazón"... los contactos conciliadores se buscan a través del diálogo, no de monólogos irreconciliables, y el corazón ofrecido sirve para que no todo esté perdido...esto "no será fácil...no será simple", pero "debe haber forma de resucitar" y "poder establecer contactos", como afirma Fito en sus canciones.

Pablo Miquet

miércoles, 6 de julio de 2011

Semper fi


Desde el atril, el Ejecutivo consideró como uno de los principales, si no el principal, méritos del actual ministro de Economía como para ser elegido candidato a la vicepresidencia del país en las próximas elecciones, a la lealtad que él demostró en todo momento hacia la jefatura del "modelo" que actualmente nos gobierna.
Es evidente que esa condición, la lealtad, prima sobre otras exigencias partidarias, y uno ya mencionó en estas páginas semanas atrás que uno de los diputados hiperoficialisstas más aferrado a la gestión gubernamental afirmó durante un reportaje televisivo que "los peronistas deben ser leales, honestos y capaces", insistiendo tres veces en considerar estos requisitos en ese estricto orden, o sea priorizando la lealtad.
Uno, al escuchar desde otras voces, algunas de ellas tanto o más peronistas que la del diputado mencionado, oyen que en rigor ellas priorizan la honestidad y la capacidad como algunas de las principales virtudes de los gobernantes y de sus funcionarios...la lealtad, cuando es indiscriminada y visceral, suele llevar a la obsecuencia, a la parcialidad, e incluso al favoritismo injusto.
Esa lealtad, exaltada tanto en los comienzos del justicialismo, parecería en estos momentos preeleccionarios una condición "sine qua non" se puede acceder al futuro gobierno del país...sin embargo, parece que ese requisito rige sólo para algunos "happy few", como dicen los sajones, o sea sólo para algunos pocos afortunados...en base a declaraciones públicas de algunos que han sido relegados o directamente excluidos de las listas, y en base a borrosas observaciones que recibe el ciudadano de otros marginados políticos que no exteriorizan abiertamente su desagrado por su destierro en los listados y sólo lo murmuran en voz baja, uno puede notar que no pocos de los que actuaron "semper fidelis", como decía el latino para expresar una fidelidad para siempre, no han sido incorporados en lista alguna : sindicalistas fidelísimos, legisladores devotos, funcionarios gubernamentales incondicionales, adherentes "extraoficiales" absolutamente oficialistas...
Desde todos esos estamentos se oyen veladas, y no tanto en muchos casos, quejas, o se escuchan trascendidos no públicos, todo ello relacionado con esta preselección entre elegidos y réprobos, entre favorecidos y abandonados, entre bendecidos y excomulgados....y uno no puede dejar de pensar que en no pocos de estos casos la utilidad se impone sobre la lealtad supuestamente tan exigida, pues la fidelidad se subordina a lo utilitario.
Haciendo una mala comparación, como popularmente se dice, u no recuerda que durante el ejercicio de la profesión con no poca frecuencia pudo observar que cuando un galgo añoso perdía velocidad, o un perdiguero su olfato, era abandonado a su suerte en medio del campo : si no era provechoso, ya se lo catalogaba como inservible; si el rendimiento no era ya eficaz, la anterior lealtad no importaba nada... si este parecer resulta doloroso observarlo en el hombre con respecto a seres irracionales, tanto más impacta cuando el hombre lo realiza sobre otro ser humano.
No escasos episodios históricos, se ha comentado más de una vez, se han desarrollado en torno a lealtades y traiciones, alrededor de elecciones preferenciales y de prescindencias arbitrarias, y la naturaleza humana seguramente lo seguirá manifestando en el futuro... William James dijo somos nuestros hábitos, somos la acumulación de nuestras acciones...y uno se pregunta, ¿confluyen todas estas mezquinas y nocivas acciones acumuladas como para poder en conjunto condicionar nuestros hábitos en forma tan decisiva?