Desde el "modelo progresista nacional y popular" se proclama hasta el hartazgo su primordial dedicación a "los que menos tienen”, a los pobres, a los excluidos...no se pueden negar, y se deben destacar, oportunas medidas tomadas desde el oficialismo (algunas de ellas, nacidas desde la oposición y efectivizadas por el partido gobernante) que han logrado mejorar, a veces en forma bastante positiva, la condición de muchos compatriotas nuestros afectados por la pobreza y la indigencia, pero no obstante los índices de esas dos situaciones si bien al principio de la actual gestión disminuyeron, en estos momentos han retornado a cifras anteriores, según datos aportados por entidades no gubernamentales ocupadas, y preocupadas, por los pobres y los indigentes, y estos entes no partidistas brindan datos más confiables que aquellos otros, impregnados con intereses políticos.
A más de lo mencionado líneas arriba, subsiste otra circunstancia condenable, ligada a la anterior: el "ninguneado" abandono, e incluso el hostigamiento, sufrido por nuestros aborígenes, ahora denominados "pueblos originarios”, especialmente las comunidades del NEA y del NOA, y en menor grado tal vez en otras regiones del país, como en las zonas patagónicas cordilleranas...todas ellas son tanto o más argentinas (e incluyo como tales a mis hijos y su descendencia) que los descendientes (entre los que me incluyo yo) de "los que descendieron de los barcos”, pues aquellos estaban ya en este suelo, y eran " los antiguos dueños de la tierra".
Todos nosotros hemos visto, oído, y leído sobre los no pocos niños (no todos trascienden mediáticamente) aborígenes muertos por desnutrición en Formosa, en el Chaco, en Salta, en Tucumán, opacada su muerte por el silencio de gobernaciones ineficientes y tal vez también corruptas...hasta el secretario General de la CGT, respondiendo a un agravio del reelecto gobernador tucumano, expresó que por lo menos a los camioneros no se les había muerto ningún niño de hambre.
Un grupo de la comunidad Qom acampó en pleno centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, esperando vanamente que nuestra Presidente (que expresa siempre serlo de "todos los argentinos y argentinas"),o por lo menos algún funcionario nacional de importancia los recibiera, para expresar en forma oficial sus reclamos, que son apoyados no sólo por gran parte de la opinión pública sino también por diversas personalidades y entidades relacionadas con los derechos humanos que tanto se expresa defender desde esta gestión gubernamental, pudiéndose mencionar entre aquellas a nuestro Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
La situación de estos compatriotas nuestros, bastante relegados por el oficialismo y también bastante encubiertos por él para que no se vea su situación, trae a la memoria un breve y lacerante cuento de Franz Kafka, "Ante la Ley", en el cual se relata que "un hombre de campo"(sic),o sea un hombre común, llega ante la puerta de la Ley, y se le impide la entrada...el hombre insiste vanamente durante años, sin moverse de allí, y pasa toda su vida intentando inútilmente entrar...agonizando ya, le pregunta al guardián de la puerta por qué nadie más que él ha tratado de ingresar, y recibe como atroz respuesta "Porque estaba destinada sólo para tí; apenas tú mueras, se cerrará definitivamente".
Cuando uno pensaba ya que tal vez vivirían y morirían así los aborígenes que estaban hasta ayer nomás acampando ante las puertas de un ministerio público en Buenos Aires, la intervención oportuna de Nora Cortiña (a quien no se puede acusar de desestabilizadora y menos aun de golpista, pues es una significativa representante de Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora), atestiguando por televisión haber visto como jóvenes de la agrupación juvenil más activa del oficialismo, así como otros representantes de la juventud que suelen reclamar junto a ellas por los derechos humanos, colaboraban con fuerzas del orden para desalojar al grupo autóctono, subiéndolo a un vehículo de transporte para llevarlo nuevamente a Formosa (testificación que incitó al jefe de Gabinete a tratarla despectivamente).
La intervención de esa Madre consiguió que Félix Díaz, vocero del grupo aborigen, que aún permanecía frente al ministerio, fuese recibido por el Ministro.
Por lo visto, los derechos humanos para algunos ideólogos, evidentemente no idealistas, no son los mismos para todos, y en ciertos casos conviene acallar a quienes reclaman "más allá del propio nido" (como dice un poema) ese derecho...y uno recuerda a Napoleón, el porcino jefe de la "Rebelión en la granja" de George Orwell, cuando decía que "Todos somos iguales, pero algunos somos más iguales que otros".
Concluidas ya estas líneas, se pudo leer en "El Informe" que otros aborígenes, en este caso chaqueños, iniciarán una "Marcha del Impenetrable" bajo el lema "Contra el hambre", pidiendo además "dignidad, tierra, techo, trabajo, producción, salud, educación y justicia"(sic),factores todos ellos considerados por nuestra Constitución, señalando que a ellos no les llega el crecimiento de la economía argentina manifestado por los gobiernos nacional y provincial, y uno se pregunta ¿son también ellos, marginados y excluidos como pocos, producto de las corporaciones mediáticas, o lo son de la desidia y la hipocresía oficiales?.
Pablo Miquet
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